Que ocurre para que algo haga “click” en nuestra cabeza, capture nuestra atención y nos decida a conocer ese país lejano, isla exótica, ciudad maravillosa o sencillamente ese lugar cercano a nosotros que no nos había interesado anteriormente pero que, repentinamente necesitas saber todo sobre su gastronomía, clima, costumbres y hasta el número exacto de habitantes.
Al viajar recuperamos la capacidad de asombro que hemos ido perdiendo entre la rutina, el cansancio y el día a día. Viajamos para descubrir cosas y lugares diferentes pero en realidad cambiamos la forma de mirarlas. Todo se vuelve más intenso, más sabroso, más original y mucho más interesante cuando viajamos.
Durante nuestro viaje atesoramos esos recuerdos y detalles que convierten el viaje en momentos inolvidables, que recordaremos durante el resto de nuestra vida, “exagerándolos” un poco cada vez que lo explicamos.
Al final del viaje nos quedan las experiencias vividas, las sensaciones, los olores, las gentes y sobre todo las ganas de volver.
Ahora hay que esperar que vuelva a ocurrir el “click” y decidamos nuestro próximo destino.
T. Castillo